Raiza N. Jiménez E.
Te Digo Adiós.-
Adiós, no se dice adiós al amor;
crees, cuando estás triste, que sí.
Sé que dirás adiós, bajo el fervor
rabioso, en un impropio frenesí.
Ambas, la rabia y el descontento;
son malas consejeras en el amor.
En estas consejas yo no miento;
y, a veces, injuriamos con furor.
Quizás no hemos aún entendido,
que en el amor hay despedidas,
unas reales y muchas a pedido.
Otras, son por terceros, urdidas.
¡Sí se llegara el día de un adiós;
al único que buscarás es a Dios!