Sé que hay voces
que se cuestionan por mi numen
¿en dónde quedó su chispa?
¿a dónde se esfumó su gracia?
es que no sospechan
que hay instantes que son abismos
y momentos que horadan a la eternidad
-periodos que forjan espacios infinitos-
fuí un roble sumamente robusto
y mis ramas acariciaron
a las mejillas del viento
-eran mis cantos de lo más suave y meloso-
mas los ciclos que he sobrevido
me asesinaron la sonrisa
¡ahora tan sólo permitan
que la furia del vendaval
me remueva las entrañas!