Lourdes Aguilar

HOMBRE DE ROBLE

Con tus manos en mi cintura

Resbalando turgentes en mis formas

Tapemos el sol y en la penumbra

Lejos de miradas indiscretas

y por la ventana solo entre

cuchicheando el palmar y la brisa

con sus presentes de concha y perlas

cubra por completo nuestra aura

así hechos marea y remolino

huiremos de la rutina y del tedio

 

Cuántas ansias en tus dedos me atenazan

Y las desfruto encallada en tu arrecife

Hombre de roble plantado firme

Sobre la tierra te hallo siempre

Pero en momentos de solaz

O  de confusión y ceguera

Zarpas conmigo al mar profundo

Buscando como argonauta la aventura

remero incansable gallardo y ágil

Sorteando de pasión mis embates

 

Buscando en el cuerpo el alma única

Que el beso y la caricia llevan

En medio del frenesí carnal

El reconocimiento del cuerpo

Que se inflama, vibra y danza

Buscando confundir en el acto

el cabello, el pecho y aliento

guiados por constelaciones en el idílico viaje

Hallando entre tales delicias la coma y el punto