Quiero beber de tu boca
el néctar que fortalece
las ansias que estremece
el ímpetu que me provoca.
Quiero ser el primero que toca
tu cuerpo aguitarrado
y ser el afortunado
de robarte una melodía
de mañana, noche y día;
Quiero tu extensión afinada
sin notas distorsionadas
en encuentros de sintonía
y tú seas la bella armonía
de un solo cuerpo formado
de un canto de enamorados.