¡Cuánta grandiosidad hay en su baile!
en sus ojos se halla el brillo
más intenso que tienen los diamantes
-su carita: ¡ay su carita!-
parece la de la doncella más bella
que habitaba en los territorios
donde Don Quijote hizo sus aventuras
las amapolas se entrelazan solas
en el contorno de su sien
para forjar una corona de sangre
-ella mantiene el rostro levantado
y suspira por su amado en lo lejano-
se oye entre la arboleda un rumor
-las aves le acentúan su añoranza-
y la doncella dispersa su perfume
mientras vuelan las aves y ella baila
siente en sus venas el éxtasis
y la ternura por el embeleso
de un beso lejano que recorre
lo terso de sus mejillas hasta su pecho