Voy a seguir avasallante el trayecto de tu discurso
si, te hablo a ti, al que engendras vocablos arrogantes
que lanzas inferencias descontroladas, como globos en el espacio, perdidos y asfixiados.
De tu manantial beben los cervatillos del bosque ¡Inocentes!,
soberbia de apariencia dulce,
pero amarga en hecho, que envenena lentamente.
Sin mas preámbulo vamos a la escena primigenia.
Antes de la semilla el árbol, antes del árbol la tierra, antes de la tierra el sol, junto con la tierra y el sol...taciturna luna...ingerida
por la nada, después de la nada el desgarro de miles de estrellas centellantes, antes del cosmos la existencia, y antes de la existencia el pensamiento.
PIENSO Y LUEGO EXISTO...ese es el firmamento de tu horizonte,
Vengo con un papiro antiguo, de esos que la modernidad desprecia, perfumado de letras vitales derramadas por plumas de luciérnagas, inspirado y acuñado por espíritu.
\"¿Si piensas y luego existes? entonces, haber...Cuentame, prestos mis oídos, ¿Qué era lo que pensabas antes de existir?\"
¿Lo recuérdas?
¡BUMM...! La explosión se escucha hasta el mas hondo rincón del alma otorgada al barro, por el Divino con un soplo de su amor.