Por el olivar de sombras
corre tu silueta desnuda.
Cantando coplas de agua
para entristecer la luna.
El viento que te envuelve
mide a besos tu cintura
y tus cabellos se alzan
como alas vivas sin plumas.
Niña deja que te toque
la piel pintada de espuma
y que tus pechos maduros
llenen mis palmas de fruta.
El viento no sopla ni silba
y por el cielo llora la luna,
vestida de sombras claras
y luz pálida de aceituna.
La niña corre sin frenos
por el olivar sin plumas,
cantando versos del alma,
desnuda de agua... desnuda.