Divino cántaro de trinos
desparramados por el valle,
yacen tus cantos vitorinos
y no hay quién los avasalle.
Porque son mundos constelados
donde relampagueó tu alma.
Y tus claveles tan amados
de tu fé cual mar en calma?
Todos tus hijos se quedaron
gravitando por los poemas,
enamorandonos el alma.
Nunca partieron los poetas.
Ayeres
9/24/2023