Siempre procuro la paz,
alguien, nunca me detiene,
vivo feliz, muy alegre,
porque a todos puedo amar;
y esto nunca pasará,
si hablas de mí, buena suerte,
quien me conoce, prefiere
desdeñar el qué dirán;
sé que la gente traiciona,
critican todo sin ver,
los defectos de su cola,
los errores de su piel:
mi alma perdona, rebosa
y exuda la paz que hallé...