Buscando el orgasmo prometido
bajo suaves sabanas, plagados edredones,
vacilantes parejas anhelan atemorizadas
sondeando los instantes, en el aire
El enloquecedor relámpago Afrodita,
penetrando en las plomizas nubes,
despliega sus apasionadas garras
cual venenoso crótalo medrado
Estremece, ilusiona la humanidad.
Torturados, exangües los rostros,
impasibles por el intrincado
ceremonial de espectros inducidos
A través de los ventanales observan,
los hijos del desasosiego masturban
en sentimientos mutilados etéreos,
intrépidas sombras chinescas, perturban
A las once de la noche, se fragua
el aguacero de luciérnagas alotrópicas,
sobre el liquen polvoriento y ocre,
enardece hambriento, el halo orgiástico
¡Sedimento de enloquecido frenesí!