La noche,
se une con el día.
Amanece,
tus pensamientos buscan la noche.
tu cuerpo se abraza a las sombras
Tus manos ansiosas, no atrapan el sol,
tus manos lavan tu cuerpo
liberándola de la noche,
así tu piel se une a la luz del día.
Piensas que nada cambia
y es que todo cambia,
por ejemplo, las estrellas
se quedan hasta el amanecer.
Las observas con asombro,
en un breve instante
el destello se desvanece,
dejando huellas en rostros,
una pasión herida
y un sueño en espera,
¿Cuánto cambia el amor?
A veces, una estrella fugaz
se queda,
encuentra tus manos,
un destell0.
Las estrellas parecen no cambiar,
quizás la búsqueda
abra tus manos
y la respuesta sea la fugacidad
¿Qué harás? El amor,
pide bajarte de lo efímero.