No importa si padezco remordimiento
pero quiero un tiempo para quitar mi piel
adornada de resonantes velos
con el ansia de placeres en mis fuentes.
Quiero quitar mi piel, ella tiembla con caricias
y estalla feliz con muchas risas,
en un instante permanece en el cielo
suspende mis riberas hasta amalgamarse con estrellas.
Quiero quitar mi piel
la que hierve por el choque frenético
con mágicos jardines perfumados
que impregnan mi férvido torrente
llenan de luz mi pureza
la precipita al lecho con estruendos
y los encontrados vientos se internan en mi terciopelo.
Que toda mi tez con mi contorno
se aleje de mi cuerpo inquieto
sólo un momento
y al descorrer los velos, quede transparente
para saber si de mi alma eres tú el dueño.
Lale Neda ©