Confesiones inútiles
Confieso que he vivido en un montón de cosas,
yendo a lugares cercanos, cuando están más remotos,
desconociendo personas, que apenas conozco,
para dejar en ellos, mis sentimientos rotos.
Confieso que he leído, casi de todo un poco,
que ante una inmensa ola, me quedo estupefacto,
que me apasiona el arte, el mío y el de otros,
y muero y resucito del agua, en su contacto.
Confieso que he querido, aún más que un insensato,
confieso que he amado de una forma perversa,
que he repasado el acto de sufrir, como un santo,
con este amore mío que todo tergiversa.
y confieso que a veces, todo parece poco,
que me inconforma tanto no ser tan conformista,
confieso que has cambiado mi corazón barroco,
que te borra en la mente y te agrega a mi lista.
Confieso que no puedo deshacer este nudo,
esta cadena suave urdida por tu mano
que cuando te decides hablar me quedo mudo,
tan mudo y silencioso, como cualquier pantano.
El jardín que he soñado, parece que no existe,
no he conocido nada de la dicha infinita,
por eso no te asombre, si ahora sueno triste,
en estas confesiones, que nadie necesita.