Una luna para la paz
Mis ojos negros, tan negros,
como una noche sin luna
buscando están por el cielo
a ver si encuentran fortuna.
No van buscando caudales
de los que existe en la tierra,
buscan el fin de la guerra
y la paz de los mortales.
Pero la luna escondida
detrás de ese oscuro manto,
se encuentra inmersa en su llanto,
pues le da pena esta vida.
Viendo como nos matamos
y perdemos la conciencia
creyendo que hay diferencia
en el mundo que habitamos.
No es posible que los hombres
puedan ordenar matar,
sean muy ricos o muy pobres,
alguien lo debe parar.
Esa debe ser la luna
que ponga su claridad
en la conciencia del hombre
y salvar la humanidad.
Y por eso ando esperando
que alumbre nuestras conciencias,
aunque existen diferencias,
el cielo dirá hasta cuándo.
Si llegara ese momento
que el mundo lo está esperando,
la paz que andamos buscando
nos pondría muy contento.
Al final será la luna
la que salga a alumbrarnos
con su luz para abrazarnos
cuál una noche moruna.
José Ares Mateos