Cuando estoy solo,
no te recuerdo,
no es necesario,
ya estás a mi lado.
Hablamos bajito
de lo que nos llena el alma,
de la estrella bonita
que nos mira de lo alto,
del naranjo erguido
que florece con encanto,
de la noche encendida
que nos hechiza y calma.
Cuando estoy solo,
yo no te espero,
no es necesario,
porque ya te tengo.
El tiempo no es la recta
que nace del pasado
dirigida hacia el futuro,
el tiempo es un orbe
circular en cuyo centro
tú y yo somos uno
y así somos eternos.