Cuántas noches de pesca
y pensaba regresar a casa,
buscarte para que seas mi
amada esposa. Que pena me
causaste encontrarte con
un amante, como te negaba
ese día fue la gota que derramó
el vaso, hoy soy feliz entre
viento, mar, estrellas, luna llena,
y tú amor que quería. Ahora
materia olvidada, y gozo
de mi soledad, cuando regreso
a mi casita que no tengo lujos,
pero no me falta el pan, ser dichoso,
no hace falta lujos para vivir
contento, sin rogarte ni temer
que tú me engañé así de fácil.