Nuestros hijos son prestados,
nacieron para crecer,
para expresar mucho bien
a todos nuestros hermanos;
esos maestros que amamos,
espejos de lo que fue,
lecciones de lo que ya es,
recuerdos de aquel pasado;
nuestros hijos compañeros
que nunca nos dejan solos,
mensajes que manda el cielo
dirigidos a nosotros:
hijos míos cuán los quiero
y a sus hijos, los adoro...