Frank Zela-Coila

Flor

Flor, nombre que al inicio fue distante,
Entre nosotros, un enojo ardiente,
Silente tiempo sin palabras ni instante,
En noche, ¡perdón!, acto complaciente.

Alegra mi alma haberlo decidido,
Días y noches, en ti descubrí encanto,
Tu hija, ahora mi hermana, juntos crecimos,
Comprendiendo al fin, en este canto.

Errores de humanos, padres imperfectos,
Deseos, metas, frustraciones, en sus destinos,
En la penumbra, siempre en mi afecto,
Mis padres, siguen siendo humanos, en estos caminos.

La paz contigo, un regalo sincero,
Compartir momentos, tus sabios consejos,
El pésame que me diste de un amor que se fue ligero,
Ahora yo debo dar lo mismo, por tu hija, mi hermana, somos reflejos.

No temas, Flor, todo saldrá adelante,
Ella, única, brillará en su sendero,
Apoyo constante, en cada instante,
En errores, regaños, amor verdadero.

Tranquila, desde arriba, velarás su vida,
Cada logro suyo, serás su guía amada,
En su reflejo, tu esencia compartida,
Flor, en cada paso, serás su mirada.

 

Solo te quiero decir un perdón y gracias