leo albanell

Palmeras

Subí los medanos en los basurales. Trepé palmeras de cogoyo paraguayo y nadé los oasis contaminados en los caños rotos de las venas de Soldati. En el centro escarabajos, abogados, monjas y psiquistras perpetuaban la trampa, serpientes enrolladas a los semaforos devoraban ancianas y ciegos, lombrices gigantescas mas rosadas que un salmón se enlazaban a los cuellos de los maniquies anarajados de los shoppings. La mancha de aceite que cubre la avenida era nido de patos de metal con picos de mercurio y ojos de sangre