Lorena CH aza

LE DIJE.

No puedo enamorarme lo siento, eso le dije, Le dije que me dijera que quería que me pidiera lo que ella quisiera, pero que no me pidiera mi amor y mis escondidas ganas de amar, que le podía dar una cena, unas cervezas y un vino en la noche de un viernes, cuando la soledad y guerra contra el amor se vuelve más fuerte, un beso y caricias que mojan y se resumen en gemidos de placer y el solo deseo carnal, para la satisfacción de mis deseos y de los tuyos.
 
Lo siento cariño, pero no estoy lista y no sé si lo estaré alguna vez otra vez, porque, enamorada, me pierdo irremediablemente en fantasías y en mariposas en el estómago y el dolor futuro se vuelve casi predecible.