Desde fría lontananza,
inmerso en la soledad,
envuelto en mi gran verdad
y bañado en la esperanza,
les expreso mi confianza,
mi interior felicidad,
la anhelada libertad,
producto de la templanza;
vivo envuelto en la ternura
de un ambiente fraternal,
dando vida a la aventura
de una armonía total:
llené de luz mi alma impura
y de saber celestial...