Juegan los niños,
ayer a las canicas
hoy con el móvil.
Los tiempos cambian
y todo se transforma,
también los gustos.
De ayer, recuerdo,
mecanos y camiones
y algún parchís.
Había pocos,
juguetes en las casas,
para los niños.
Pero los niños,
que entonces abundaban,
eran felices.
Hoy ya no hay niños,
muy pocos por familia,
apenas uno.
(Salvo excepciones)
Hoy, los juguetes,
son máquinas robóticas,
sofisticadas.
hoy no se juega,
tampoco como antaño,
sin adición.
Y es que los móviles
igual que otros juguetes,
hacen de todo.
Y eso es lo malo.
Se pierde la inocencia
de esas edades.
Niños muy serios
ajenos a la vida
y a la familia.
Y ante esta infancia,
que veo y que me duele,
siento tristeza.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/09/23