jvnavarro

EL TREN SOBRE LAS VIAS NOS LLEVA

 


El tren sobre las vía nos lleva,

gozo es amor y con el se juega

en lo que se quiere

y el tiempo nos deja.

Tiene el tren del amor

ojos de poeta

que todo lo contemplan.



En su marchar, a velocidad media, deja

estaciones donde se quedan

los verdes plataneros

reconvertidos

en árboles de gran belleza

que sin ser presa

de las luces de Navidad

sirven a los enamorados

para bajo ellos sentirse unidos

en alma, amores y penas.



Y viajamos en ese tren

que discurre por una campiña

que plena de árboles frutales

se asoma hasta la vía

para saludar

con ese humor persa

de quien siendo rey de la naturaleza

nos enseña

un jardín grandioso

que lleva hasta la misma mar

tan fiel y fiera.



Ya en este transitar,

de aquí hacia allá,

se llega

a una pequeña estación,

que sirve al tren

en que se escribe este poema,

para parar y dejar,

tal se cuenta,

que ruede nuestra mente

en pos de otras metas.



Ya la luz nos invita

a escribir sobre ella.

Una estrofa es poco,

por eso quien a ella la luz,

regala piropos

de todo tipo y naturaleza,

piensa,

que la luz y el amor

son parte de una misma moneda

y más cuando se miran unos ojos

de gran belleza

y se ven en ellos

pequeñas estrellas,

que vienen a decir

que entre él y ella

hay eso que se llama

una armonía plena de delicadeza

sincera.



Que de sentir el tren

en ese constante

ajetreo de su eje y ruedas

se le va a uno la cabeza

y entre amores

que si se tocan

con uno juegan

y sentirse uno poeta,

casi uno se completa

en aquello de ser

plato, comida y cena,

toda servida

con esa buena presencia

de quien de enamorada se viste

y de su enamorado espera

ser agasajada en aquello

que toda mujer desea.