Anduve indagando, en la profundidad de tu mirada.
De un negro azabache, como el vacío, son tus ojos.
De solo verte andar, de solo oírte, ando embriagada.
Hoy me fui al templo, quise rezar por mí, de hinojos.
*-*
Ya dije: a primera vista, me he quedado enamorada.
No vale ocultarlo y mucho menos, poner los cerrojos.
Aspiro a un mágico encuentro con tu radiante mirada.
Y ver tus sonrisas ya que, son más usuales, tus enojos.
*-*
Con tus besos quise llenar mi vida de afecto y pasión.
Sin embargo, no solo con los besos, se colma el amor.
Llegan a mi mente, los ecos, de aquella vieja canción.
Se regocija mi ser, al pensar que, se irá lejos el dolor.
*-*
¡Debo decir que, sin ti, mi mundo detendrá su vuelta.
Quizás a tu regreso, la parca duda, quedará resuelta!