Cuando el viento acaricia tu rostro
tu cabello juguetea con la brisa majestuosa del tiempo,
tu semblante emite más luminosidad que una supernova,
eres más esplendorosa que la superficie del sol…
Como las hojas de un árbol, inmenso y exuberante,
así son mis sentimientos, dejándose balancear por la brisa de tu aliento,
que cuando se sueltan y caen, al interior de tus sensaciones,
el suelo de tu vientre los abraza y las convierte en abono de amor.
Como las hojas de un rosal, así son tus apasionados besos,
un rosal lleno de espinas es tu magnifico cuerpo,
que se penetran y hieren, en mis adentrados sentimientos,
recordándome que para amarte he de aguantar y sufrir.
Deja que las hojas del árbol de mi amor, sean imperecederamente verdes,
utiliza tus encantos, tu sensualidad y preciosidad, como abono en mí,
para que al final el árbol que se desarrolla por ti,
produzca el fruto mas deseable a toda mujer: “Amor y fidelidad hasta el fin”.
© Oscar Jossiee Alvarenga Alvarez. Derechos reservados.