El grito de un profeta
se escucha a lo lejos,
en la avenida sin nombre
que suelo caminar
Me pierdo en los pasos
en los laberintos
en el oasis rítmico
del silencio ausente
Olvido la oscuridad
y las palabras que escuché,
pero recuerdo el orden
que reinó otros tiempos
Un loco se me acerca
y me pregunta:
¿Ya es mañana?
No le respondo,
nunca les respondo
a los locos en la noche,
temo decirles la verdad
Soy aquel que camina
en un universo paradójico,
soy el personaje extraviado,
El Loco de otros locos
Escucho las palabras
que desafían a la nada,
y en la quietud del movimiento
me veo en la obligación de seguir
Esquivo las palabras
mientras pueda
¿Quién seré mañana
mientras camine
por las calles sin nombre?