Estás tan lejos que, ni mi pensamiento, te alcanza.
Por ahora, vivo rogando y soñando con tu regreso.
No veo salida contigo tan lejos y mi tristeza avanza
Por ahora, vivo en un mar de lágrimas, lo confieso.
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Mi vida era tranquila y serena pero, te me has ido.
Vivo en desespero, no veo la hora de volver a verte.
El viento deletrea tu nombre, para éste, es conocido.
Ciertamente, no es lo mismo, escribirte que tenerte.
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Aún, no me conformo y, te oigo y te busco en vano.
Le voy preguntado a Dios, porqué me castiga, sin ti.
Todos me insinúan calma, dicen que eso no es sano.
Lo que dicen es cierto, pero a olvidarte, no aprendí.
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Lentas han pasado las horas y ya se han vuelto días.
Sin embargo, nunca escuché de ti un: “Yo te quería”.