¡Me llamo Juan Matías!
Estudiante consuetudinario,
cuando cargo mi diccionario
es diamante y mi relicario.
Y muy breve la biografía
cuando todo me compele
y no me tomen por pelele
si en la llamada poesía
nada de mi cama se mese.
Y por mosquito y juguetón
el mismo que me repele.
Hoy tuve clases de español.
El profe nos habló de poesía.
Su pancita se mecia
\"Tiene sobrada gala y mal vestido colesterol\"
Con varios versos y rimas
explicó sobre un tal soneto;
de sus cuartetos y sus tercetos.
Habló muy quedo, sin prisas
de una tal musa... y de la llama de la inspiración.
Refirió a Luis Cernuda
a una tal Gabriela Mistral,
un poema de Neruda,
y una oda monumental.
Nos pidió escribir un poema
para aplicar lo aprendido.
Le dije:\"¿Y quién no ha entendido?
¿De dónde respiración?\"
-Matias, no seas trompeta,
más vale callar la jeta...
Si no hay cuantiosa valía
Ingenio e introspección
y sino se presta atención,
se nos perdió la cuantía,
que ya no hay cosa que vaya
derecho a su corazón.
Las risas que van y vienen,
son signos de admiración.
Los chiquillos que se entretienen.
Azuela, con manos de marioneta
hizo gala y presunción.
Nos recitó a Antonio manchado
¡Digo! disculpen la disfunción,
que fue al notable Machado.
Y aún con disco rayado
hubo magna presentación.
No me tomen por pandereta.
que es notable y sabida
toda humana presunción.
Ni lacayo o anacoreta
hará quemar mis crispetas
o hasta perder Español.
\"Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar\"...
Culmino sin arrogancias
mi humilde disertación.