Necesito tus mares azules,
para apagar la llama roja
con la furia que llevo dentro
en cada lágrima océanica de tus ojos.
Necesito que mi amor estimules,
con un beso o una caricia; lo que tú escojas,
y lo guardes en tu corazón, en su centro
con la ilusión que genera en ti y veo a través de mis anteojos.
Necesito grabar nuestros nombres en Abedules,
creando de el una puerta que encierre la pasión que nos arroja
a un terremoto pasional, donde tu pecho es el epicentro
y que la puerta resguarda trancada con un beso por cerrojo.