OscarCampos

Memoria y dolor

Enhebras una aguja
con el hilo más débil,
la fugacidad del tiempo,
así la locura hilvana
las heridas.
nadie abre su corazón,
ni sostiene la reflexión.
Un camino sin huellas
deja vulnerable la historia.

Una pequeña tormenta
basta, para abrir heridas,
la sangre contenida
se acumula al borde
de un acantilado,
como gaviotas
observan las olas romper
entre rocas.
¿Qué hacer con la misma herida
que parece distinta?

Las heridas se cierran
con el dolor
y se abren como una flor
silvestre.

La fragilidad de la memoria
se parece a la metamorfosis
de una mariposa
lleva en sus alas
la expresión del dolor.

Quizás el simple rito
de abrir las alas al sol
quizás el simple rito
de un acto de amor.
La memoria difusa
permanece en sus alas.
La fugacidad del tiempo,
cambia los surcos,
como una estela dolorosa
una idea cercana al amor.

El dolor de la memoria
se baña entre olas.
Las causas explican
las heridas,
las heridas explican
las causas.

La cicatriz más simple
deja huellas.
El amor,
cambia una flor,
el tiempo cambia el dolor.
quizás, cuando la mariposa agite sus alas,
el dolor tendrá la reflexión de una flor.

Una mariposa abre sus alas
entre el sol y una flor,
la memoria sigue,
cambia con la dispersión del tiempo,
pero el amor,
como un rio, no deja de fluir.