En ti, oh Mate, que con tu sabor amargo
Despiertas mis sentidos cada mañana,
Elevas mi ánimo y mi alma calmas,
Eres la infusión que mi corazón abraza.
Con tus hojas verdes y tu aroma intenso,
Me envuelves en un mundo de calma y encuentro,
El humo se eleva, cual nube en el viento,
Y en cada sorbo, mi mente se llena de aliento.
Tu cuerpo caliente se funde en mis labios, como el sol acariciando la piel en cada verano.
Y el sabor terroso acaricia mis paladares,
Me acompañas en las buenas y malas tardes,
Eres mi refugio en momentos adversos y cobardes.
En el invierno, me calientas el cuerpo entero,
Y en el verano, me refrescas con tu pureza,
Eres mi compañero fiel en esta travesía,
De la vida, donde el tiempo avanza con premura.
En cada sorbo, siento tus virtudes y delicias,
Tu energía me llena, me despiertas con pasión,
Eres la bebida que une a todas las culturas,
Simbolizas la amistad, el amor y la unión.
Seguiré disfrutando de tu encanto ancestral,
De tus infusiones que alegran mis mañanas,
El mate, un símbolo de hermandad y amistad,
Una tradición que en mi corazón se enraíza.