Todo ruido se apaga cuando surges
y me desnudo entero a tu silencio:
otro soldado inerme,que indefenso
espera alerta tus brillantes luces.
No sé quién soy yo para que me busques
y hagas de mí una gruta en el desierto,
donde bautizas tu sagrado cuerpo:
envidia de los santos y querubes.
Divina aparición,con paz te pido
la sacra dicha y la buenaventura
de quien tiene a tu voz como testigo
pregonando en los yermos por ayuda
en días agitados y cansinos,
donde lo artificial, se exhibe y triunfa.
W.M®