Sergio DeBaires

La escucho

La escucho en la cornisa de las noches
cuando la calle duerme y el silencio
se olvida del escape de los coches
y el asfalto se espeja en el recencio.

Como un tinitus se aposenta suave
bajo la piel del algodón que cubre
en el sueño los versos; y descubre
que atrás de la cadencia está; su ave.

 

Despues es el oído el que genera
dentro del inconsciente algún soneto
que usa su arduo hacer como sujeto.

Así la sueño yo; la voz viajera;
que  vuela en el amor a su manera
y me deja en la almohada su secreto.