De apoco la gente al parque llegaba sin notar que ellos esperando están
De que se marchasen entonces irían presurosamente a buscar las sobras,
Que aquellos dejasen en aquel lugar.
Esa sería una noche que jamás olvidarían porque esa noche pudieron dormir
Sin sentir ni hambre ni frio y hasta ellos sonreían y cantaban la providencia
De Dios les enseño que nunca está todo perdido que teniendo fe podría
Cambiar sus vidas.
El linyera comenzó a contarles parte de su historia que real mente se llamaba
Armando pero todos lo conocían como el linyera pelusa, que supo ser camionero
Y ultima mente taxista que una noche lo asaltaron y que incendiaron el coche
Después de robarle y que nunca pudo reponerse de ese trauma y sintió haber
Perdido todo, que su familia lo busco para ayudarlo pero sintiéndose vencido
Se hecho al abandono.
Desde entonces vive debajo de este puente, cercano a un parque donde
Suele juntarse la gente sobre todo los fines de semana y entre lo que junta
Para vender si rujiando pasa sus días a beses con hambre a beses con frio
Pero se siente libre.
Apartado de una sociedad llena de ambiciones e insensible al dolor humano.
Después de escucharlo largo rato el mayor comenzó a narrarle las vivencias
De él y sus hermanos, yo me llamo francisco y tengo nueve años mi hermana
Elena tiene siete años y medios y mi hermanito menor Horacio de seis años,
Con nuestros padres vinimos del norte desde el chaco impenetrable
Por falta de trabajo nuestro padre se junto con gente que lo llevo
Por mal camino y un día en un encuentro con la policía lo mataron,
Nuestra madre salió como todos los días a buscar trabajo y nunca más
Volvió