No puedo beberte;
Posada en mi temblorosa mano,
con tu copa tan debil
que de un roce se quebranta.
¿Que me impide beberte?
será tu agua, tu uva
o acaso será mi sangre
que no siente la tuya.
Donde nace tu uva fermentada,
también nace mi duda de pensarte.
Donde se derrama tu tinto,
solo puedo pensar en sangre.
Entre tanto baile
de ti, una gota he derramado.
Vaya desperdicio,
vaya pecado
De mi una gota no es nada,
Más de ti, una gota,
¡Dios mío!
Que horrendo, que caro.
Al final, hoy te bebo
sin siquiera ser creyente,
hoy te beso
y en mi lengua pienso quererte.