Grin

Te quiero...

Te quiero, lo hago de maneras imprevisibles y cambiantes que, de cuando en cuando, me hacen pensar sin actuar, y aquejado por mis fallos, actuar sin pensar.

Te siento, de tal manera absurda e inmaterial, que antes de dormir, me da por describirte... Pero ante inconmensurable tarea, decanto a cantarte en sueños, esperando que algún grano de mis arenas se cuele entre tus pensamientos, y con suerte, llegue a ti.
 
Pero no sé si ya te he dicho lo que siento...  Y como lo hago de tal manera, que esas mil estrofas, no dejarían de ser un grito, del corazón penitente a tus azares.
 
Pero más he de sufrir ante este amor no conjugado, pues no te quiero, no.
No te quiero como amistad, y tampoco te quiero lento, como dictan los compases certeros de un tiempo viejo, menos aún he de hablar del fugaz amor de tiempos presentes.
 
Lo hago con ritmo silencioso, armonioso, con mi tempo, levantando altos tan imposibles, que duela el cuello de verlos, y explorando bajos tan exorbitantes, que el corazón se hace pequeño al contemplarlos.
 
Si en la ventana de mis ojos pudieras verte...
Imagen floreciente y deslumbrante, apareciendo pétalos con cada broma tonta, que desata voraz sonrisa -belleza inmensurable-.
 
Anhelo ese fulgor, magia engañosa para los sentidos, que devore mi vida, consuma bueno y malo, deje solo humo parsimonioso, para escalar en el invisible de tus suspiros y robar un beso irreparable a tus labios.
 
Te quiero con énfasis en el tu, y un significado pendiente en el \"nosotros\".