A esa flor que en mis manos se deshoja
que por cortada se muere lentamente
y en su agonía va despidiendo su aroma
mientras sus pétalos se cierran velozmente.
Junto a ella mi amor que se desmorona
entregándose ambos en los brazos de lo ausente
mientras corren indetenibles las horas
y todo se va llenando de luto y de muerte.
Ella se muere como hoy muere mi prosa
mi amor se rinde sin poder dar lo que siente
y en el diluvio de mis tristes estrofas
siento a mis lágrimas caer nuevamente.
Unida el alma a esta flor aún hermosa
el paso del tiempo irá levantando el puente
adonde me traerá el recuerdo con la impronta
para que en el silencio yo no deje de quererte.