En el universo del mate y las letras,
donde la música se entrelaza,
nace una relación, poco comprendida,
mas necesaria, para el alma que abraza.
En cada sorbo de la yerba amarga,
resuena el eco de melodías eternas,
en cada verso, el corazón se alarga,
en esta trinidad, la pasión se gobierna.
El mate caliente acaricia los labios,
las letras danzan al ritmo del compás,
la música susurra en versos sabios,
una unión mágica, difícil de deshacer.
En este vínculo, mi ser reverdece,
mate, música, letras, esencia viva,
una relación única, nunca se desvanecen,
en cada encuentro, mi existir motiva.