¿Qué le explico a la orquídea moribunda
cuando sus pétalos se desplomen al vacío
cuando muera de sed, carente del agua que
amamantaba a su sediento, esbelto tallo?
Será una imagen marchita e incolora
si sus pétalos yacen sobre el terso mantel de la mesa baldía…
Solamente mis cuitas retozarán sobre ella;
pues al quedar vacía con un hórrido recuerdo
de otrora los manjares que sobre sus mantillas
adornaron banquetes de su belle epoch
en el castillo de las fantasías;
fantasmagórico reino de un inolvidable ayer…
¿Y qué dirá el espejo circundado
por el añejo marco esplendoroso, ya empolvado
que hoy refleja una imagen desolada;
con las sienes blancas; de ojos enjutos;
y la cara arrugada, entristecida
que hoy resplandece sólo como una imagen
de desconsuelo y aterradora soledad?
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