Pilar Luna

BARRIO VERDE

Para los que no perdieron

la esperanza, hay cónclave

en el viejo barrio judío.

Entre las sombras de la calle

la vida pasa silenciosa,

con la sangre por las venas

vendiendo el misterio

del tiempo que no existe.

Los guardianes de la memoria

observan la procesión

y traen aromas a flores.

Olor a incienso

desde el cercano cielo

de puertas abiertas,

donde las almas curiosas

lanzan un rayo de luz,

y el espíritu del árbol

ofrece su sombra

a la buena gente que,

con pasos ligeros y alegres

arrastran hojas de menta y de rosas

que regresan a la tierra,

procesión blanca

en la fiesta del Corpus.