Urnas plebeyas, túmulos reales,
penetrad sin temor, memorias mías,
por donde ya el verdugo de los días
con igual pie dio pasos desiguales.
Revolved tantas señas de mortales,
desnudos huesos y cenizas frías,
a pesar de las vanas, si no pías,
caras preservaciones orientales.
Bajad luego al abismo en cuyos senos
blasfeman almas y en su prisión fuerte
hierros se escuchan siempre y llanto eterno,
si queréis, oh memorias, por lo menos
con la muerte libraros de la muerte
y el infierno vencer con el infierno.
1.612
LUÍS DE GÓNGORA