Hay una –crueldad-
Y una –ilusión-
La primera nos “desgarra”
Y la segunda
Nos “alecciona”
La crueldad es la “verdad”
Que -nos dice- que los sueños
¡No se reviertan!
Por “nuestro” obrar
Tal sea la –cruel- verdad
El no poder cambiar
Aunque, una y mil veces
¡Hagamos!
No lo podremos cambiar
U onirismo de Sísifo
Mientras, la ilusión nos diga
Que los sueños
Y la realidad
Son –diferentes-
Y poder cambiar el “destino”
Que en los sueños
¡No se pueden cambiar!
Pero si -no puedes- cambiar
En lo que es tuyo; los sueños
¿Cómo pretender cambiar
Aquello que no lo es
Y llamas -lo real-?
He aquí de nuevo
La crueldad e ilusión.