Tus labios son míos,
me gustan al atardecer,
porque cuando se pone el sol,
sé que los he de poseer.
Cuando toco tus labios,
siento una paz,
que irradia por mi cuerpo
por besar tu faz.
Tus labios son tan calientes,
como la lava del volcán,
los siento sobre mi pecho ardiente,
transformando mis pasiones, en un huracán.
Besame! Besame…! y no pares de besarme!
con tus labios tan candentes
hasta que logres fulminarme
robándome el aliento y mi corazón por ti ferviente.