el inspirado

Quisiera ser el viento...

Quisiera ser el viento

que, en la agonía de la noche

como un amante silencioso,

envuelve tu cuerpo

y, uno a uno, 

escucha tus secretos.

 

Quisiera ser el viento

que te ofrece consuelo

a través de los gélidos suspiros

del blanco invierno.

 

Quisiera ser el viento que aviva las llamas

de tu alma de fuego:

ser el ilimitado espacio donde tus alas

puedan extender su hermoso vuelo.

 

Pero a veces soy un suspiro efímero,

un silencio triste, un llanto indefenso,

un loco alquimista que busca, en vano,

transformar su dolor en versos...

 

(Suelo con facilidad extraviarme 

en los vastos laberintos del recuerdo,

atrapado en la telaraña del dulce ayer

esperando oir una voz llena de anhelo)

 

Quisiera ser el viento y encontrar

el refugio de tus brazos y tu pecho,

y nunca apartarme de ti

sin importar que estés tan lejos,

 

entregarte en cada brisa cálida 

el más cálido de los besos

y darte todas las flores

antes que se las lleve el invierno.

 

Y aunque no me veas

caminaré a tu lado, estrecharé tu mano

y juntos reíremos...

 

Amor de mi alma...

¡si tan solo pudiera ser el viento!