Las blusas se dan bien
en tus mareas, mientras
alborotas los corales de
una sonrisa fugaz.
Si tan solo verte actuar
es herencia de valor
que reposan en la mirada
del amor y la deidad.
Buscarla entre polen y nubes
subyacen el deseo y dulzura
de la valentía del mendigo,
el cual estaría dispuesto
ofrecer el cielo, a cambio
de un diluvio destino.