Amada Libertad.-

Te he buscado en las mañanas frías.

Me veo correr y detenerme ante tí.

No te veo si la gente me esclaviza.

Yo te busco con denuedo siempre.

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Rezo por ti y por mí, todas las horas.

Siento el ruido de tu cabalgar cerca,

pero, se aleja al menor contratiempo.

En esta profunda soledad yo te busco.

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Todos de ti me hablan y yo no te veo.

Miro a la gente correr veloz tras de ti.

Ya no te encuentro a pesar de saberte.

Algunas veces, creo que te he soñado.

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La soledad que me acosa hoy es triste.

Todos me confunden y no logro verte.

Todos corren tras de ti y yo te aguardo.

vivo con la esperanza de que, concurras.

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Me duermo y me despierto, sin tenerte.

Oigo que, unos alegres gritan tu nombre.

Mil veces me he preguntado si, aún eres.

Si eres en verdad o no te hemos creado.

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Mil guerras se han peleado, para tenerte.

Aún, muchos no saben cuál es tu real valor.

Ya sé que mueves al mundo del bien y mal.

Todos rezamos desesperados, para verte.

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Tu nombre, a todas horas, se escucha.

Libertad, libertad gritan los hombres,

los niños no te ven, pero te quieren

y las mujeres te conocen y respetan.

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¡Por ti, dama, todos han ido a la guerra,

y, el que te conoce bien, a ti se aferra!