\"Va, como yo, vestido de soledad nocturna\"
HÉRIB CAMPOS CERVERA
Hay una última playa
donde el mar viene a morir
en las tardes finales del invierno,
a irse como un río
por el costado más oscuro de marzo.
Adónde irán los barcos si son casi niebla,
sus mástiles y velas ardiendo como ámbar,
adónde se irá el viento falto de tu ímpetu,
adónde la rompiente tras la luna viajera...
... al fondo de la noche se va la marea.
Un hombre frente al mar
se busca a si mismo, busca descubrirse
en el espejo del agua, siente la añoranza
de levantar el vuelo sobre la blanca espuma
y asomarse al balcón del aire
soñando, así, que vuela más alto que los pájaros.
Fiel a tu memoria y al luto que no llevo,
desnuda la osamenta, con el frío en la frente
y envejecida la mirada, me llego
hasta tu orilla, hasta el mismo lugar
donde tocan tierra las tormentas.
Y siento tu dolor, el dolor de un mar
que nunca tuvo patria, y que en mi pecho
de nauta ahondaba su tristeza.
Un mar aún sin nombre, hermano de mi infancia.
Mar, tú que eras altar de sangre nueva,
columna que sostiene al dios del firmamento,
qué no vieron tus ojos
sino la triste altura de mi insignificancia.
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\"El aire de las castañas\"