La cuidadora, una más de la familia, habia cuidado a su hijo,
que ingresó en un centro de discapacitados,
y ahora cuida a su madre ( su hija a duras penas pasa a verla), con demencia y
que no quiere salir de casa.
De niña estuvo en un centro ( decían que sus padres no la cuidaban)
del que no guarda buenos recuerdos
y ahora cuida a su hija,
que padece una enfermedad rara.
Un \"sin nombre\", apodado \" mendigo\", lleva tiempo cuidandose a sí mismo sin más apoyos que un carton de vino y alguna moneda que una abuela deposita en su sombrero cada día, repitiendo \"Dios le ampare\".
Los Servicios Sociales y las organizaciones benéficas ya han terminado su turno de trabajo. Su mensaje reiterado es \" vuelva usted mañana\".
Diacepan e Iboprufeno, con algunas dosis de ansioliticos son ofrecidas como respuestas magicas a un mal de siglo: Soledad por ausencia de afecto.
Hasta que un dia el medico, que tantas vidas había salvado y vivia solo, enfermó de cancer y lloraba como un cachorro sin ternura.
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