Bendita serendipia haberte encontrado amor mío,
Cuanta elocuencia meliflua emana de tu voz.
sagrario secreto inefable del corazón al que aspiro,
inconmensurable atracción de latidos, látigos del cruel castigo.
Guía de día, vida mía que pronto anochece
Y las miradas frías se enmudecen.