José Luis Barrientos León

Desfiguración de la edad

 

Alguien ha decidido mi muerte

y yo solo puedo aceptarlo

sin sentir miedo, sin atender los pensamientos

para no seducir el caos de buscar otra salida

Como si el desenlace fuera evitable

O si llorar de arrepentimientos

arrodillado, besando los pies de las imágenes

evadiera la postrimería

 

Yo sé quién soy, he abierto mi pecho

para dejar salir el dolor

porque no quiero sentir la aflicción mirándome

y a mis palabras convertidas en cómplice

de contriciones a destiempo

tampoco deseo el silencio socavando el sentimiento

y por miedo cerrar mi boca para afirmar la cobardía

 

No puedo aceptar confesiones de mis cosas vividas

para satisfacer el morbo de presbíteros proscritos

que han encontrado en la muerte sacrificios a sus juicios

no me importa lo que piensen de mi

los que me conocen sabrán

que amo el silencio de los recuerdos

de los cuerpos desnudos, y sus caricias

 y no hay pecado en la entrega

solo si se confiesan los nombres

 

Alguien ha decidido mi muerte

pero la muerte no habita en mis ojos

aun respiro y no se confunde mi vida

aun siento el latido y la belleza en mis venas

incluso todavía miro con descaro a mi amada

para llevarla a la alcoba

y le entrego mi alma

porque mis palabras están vivas

y abren mi pecho para entregarle mi aliento

y vibran mis manos con el calor de su cuerpo

al rozar de sus pechos o acariciando su vientre

 

Alguien ha decidido mi muerte

pero yo aun siento la vida

y he decido amarla